Fantasía Siempre regresan

Mensajes
1,013
Oro
158,755
Observé con paciencia como iba haciéndose añicos la tumba.
Se cuarteaba y retumbaba, sin embargo el cementerio estaba tan vacío y tranquilo como de costumbre.

Una última cuarteadura y el ramo de flores blancas fue tragado junto a parte del granito.

Un fantasma emergió de ella, impasible caminó hasta mi y se sentó a mi lado, parecía de carne y hueso.

—¿Quieres vino? — le ofrecí a su mirada perdida.

No me preocupaba demasiado, no importa que hagas, al final siempre hay días que los fantasmas regresan.
 
No me preocupaba demasiado, no importa que hagas, al final siempre hay días que los fantasmas regresan.
Y entonces con un gesto amable tomo mi mano y salimos caminar por la ciudad, doblamos por la parada,,
pasamos junto a las tiendas, miramos todas las calles, visitamos las bodegas, miramos las arquitertura de la ciudad
entonces el fantasma sin justificacion alguna me miro con terror en la mirada y salio carriendo hacia el cementerio
Yo le persegui no queria perderlo pero a lo lejos vi como asustado entro en la tumba y puso el marmo de granito
encima creo que no le gusto mi compañia,
Analise la situacion y me di cuenta que lo habia perdido
 
Última edición:
Compartiré algo mío que escribí así bastante tiempo ya:

"Recuerdo haberte visto en un sueño. Las cosas que creía reales se tornaban oscuras a cada instante. Yo no buscaba nada y por tu parte arracancabas todo. En mí, no encontrarias algo digno del despojo.
Recuerdo tener siempre en la mano una sombrilla color de sol. La lluvia era parte de ese sonido incandescente que se filtraba en el material. Algunas gotas saboreaban la tela. Otras preferían besar el suelo donde la noche dejaba su impronta.
La Luna no quería deambular por los parajes y las estrellas escurridizas no desobedecen a su madre.
La droga no solo era ver a los patos en el lago chapotear y las ranas gritar una melodía de llanto. La droga la traía yo en en mis dedos.
Recuerdo haber tomado un sitio donde la hierba mojaba mi cuerpo, de nada importaba el frío en ese instante. Una mueca de sangre bordeo la cicatriz de mi rostro. Quería abrir y consumirme en ese polvo, para terminar, así, cenizas en el mismo fondo.
Recuerdo tantas cosas y al final te juro que tengo una amnesia que construye todo un mundo bicolor, de aquello que debería saber y lo que creo que a mi vida llegó. Te juro por Dios que lo único que nunca olvidaré es esa noche niña de la bufanda de colores. Tu cuerpo al sentarse junto al mío y aliviar con el desconocido cariño mis temores."
 
Atrás
Arriba